

El ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, volvió a apuntar contra el Gobierno nacional al analizar la situación de Bahía Blanca luego del temporal que azotó a la ciudad en marzo y que dejó una marca indeleble en la vida de miles de familias. En declaraciones a La Cielo 103.5 FM, Katopodis fue categórico: “El Gobierno nacional les mintió a los bahienses: se fueron a sacar una foto en el momento de la tragedia, comprometieron recursos y después no los transfirieron”.
Las palabras del funcionario se inscriben en un escenario en el que las promesas oficiales de Nación contrastan con una realidad mucho más dura. Según relató, el Ejecutivo se había comprometido a girar 200.000 millones de pesos en concepto de ayuda directa a los vecinos afectados y el Congreso sancionó, además, otro fondo de la misma magnitud destinado a obras de infraestructura. Sin embargo, la realidad fue otra: “El Gobierno nacional incumplió en un 80 por ciento esos compromisos”, explicó el primer candidato a Senador en la Primera sección, reparando además en que el Presidente llegó a vetar la ley votada por amplia mayoría en el Parlamento.
El ministro destacó que Bahía Blanca “necesita muchísima más plata de la que se anunció” y advirtió que la Provincia seguirá reclamando los recursos que corresponden. También señaló que la decisión del Ejecutivo nacional de frenar la asistencia se suma a un panorama general de abandono de la obra pública en toda la provincia de Buenos Aires, con más de mil proyectos paralizados. Según explicó, en muchos casos se trata de obras viales y de saneamiento que ya presentan riesgos de seguridad para los vecinos.
En medio de ese escenario, Katopodis dejó en claro que la Provincia no se quedará de brazos cruzados. “Vamos a seguir reclamando porque los bahienses no pueden ser víctimas de la desidia. Esta tragedia mostró lo peor de la naturaleza, pero también lo peor de la política cuando se promete lo que no se piensa cumplir”, afirmó.
El temporal que golpeó a Bahía Blanca entre el 6 y el 7 de marzo fue considerado por especialistas como un evento meteorológico extremo sin precedentes en la región. En apenas doce horas cayeron casi 300 milímetros de agua, una cifra equivalente a la mitad de lo que suele llover en un año. El impacto fue devastador: 16 personas murieron, más de 1.400 debieron ser evacuadas, varios puentes se desplomaron y barrios enteros quedaron bajo el agua. La magnitud de los daños dejó al desnudo no solo la vulnerabilidad urbana frente a fenómenos de este tipo, sino también la falta de inversión sostenida en infraestructura para prevenir o mitigar estas situaciones.
En ese marco, el intendente Federico Susbielles estimó públicamente que la reconstrucción de la ciudad demandará más de 400 mil millones de pesos. Esa cifra da una dimensión de la magnitud del desafío que enfrenta Bahía Blanca. Pero Katopodis remarcó que, lejos de avanzar con la transferencia de los fondos comprometidos, el Gobierno nacional no cumplió con la mayor parte de lo prometido. “Es ridículo y de muy mala fe lo que hicieron: vinieron, prometieron, se mostraron ante las cámaras y después abandonaron a la ciudad”, insistió.